+ de Anastasia

La mañana de Anastasia.


Anastasia se acuesta al anochecer en alguno de los abrigos hechos por los moradores del bosque, más a menudo en la osera. Cuando hace buen tiempo, puede dormir
directamente en la hierba. Lo primero que hace cuando se despierta es celebrar con
júbilo la salida del sol, los nuevos retoños que aparecen en las ramas, los nuevos brotes
que emergen de la tierra. Los toca con sus manos, los acaricia, a veces los asiste un
poco. Después se acerca corriendo a los árboles pequeños y da una sacudida en el
tronco. La copa del árbol empieza a temblar y cae sobre ella algo parecido a polen o
rocío. Después se tumba en la hierba y durante unos cinco minutos, se estira y se
retuerce dichosamente. Todo su cuerpo se cubre de lo que pareciera una crema húmeda.
Tomando carrerilla, salta a su pequeño lago, allí chapotea y se zambulle. ¡Es una
magnífica buceadora!
Su relación con el mundo animal que la rodea es similar a la que tiene la gente con
sus animales domésticos. Muchos de ellos la observan mientras realiza su actividad
matutina. No se le acercan, pero sólo tiene ella que dirigir su mirada hacia alguno y
llamarlo con un gesto apenas perceptible para que el dichoso animal salga a toda prisa y vuele a sus pies.

Anastasia no piensa en absoluto en el tema de la alimentación o la ropa.Normalmente
va desnuda o semidesnuda.Se sustenta con los piñones de cedro,así como con diversas
hierbas, bayas y setas. Las setas las come sólo secas. Ella nunca recoge las setas ni los
piñones, no guarda provisión o vitualla alguna, ni para el invierno. De todo esto se
21 2
ocupan la gran cantidad de ardillas que habitan en estos parajes. No hay nada
sorprendente en el hecho de que las ardillas guarden provisiones para el invierno, así lo
hacen en todas partes siguiendo su instinto natural. Lo que me sorprendió fue otra cosa:
al chasquido de sus dedos, todas las ardillas que estén cerca compiten por saltar a la
mano alargada de Anastasia y darle el fruto del cedro, ya pelado. Y cuando Anastasia
da una palmada en su rodilla flexionada, las ardillas emiten un cierto sonido, como
llamando, avisando a las otras, y empiezan a traer y apilar ante ella en la hierba setas
secas y otros víveres. Y lo hacen, según me pareció, con mucho gusto. Yo pensé que
ella las amaestraba, pero Anastasia me dijo que sus acciones son más bien instintivas y
que la madre-ardillita enseña a sus pequeños con su propio ejemplo.
―Puede que antes, alguno de mis lejanos antepasados las amaestrara, pero lo más
probable es que ésta sea simplemente su propósito. Hacia el invierno cada ardillita hace
acopio de varias veces más víveres de los que ella misma puede comer.

En su tierna infancia, además de la leche de su madre, Anastasia pudo tomar leche de
diferentes animales. Ellas la dejaban arrimarse a sus pezones libremente. No hace
ningún ritual de la comida, nunca se sienta especialmente para comer, sino que puede
coger una baya o algún retoño sobre la marcha y continúa haciendo sus cosas sin
distraerse.
Al final de mi estancia de tres días en la taiga, ya no podía tratarla como en nuestro
primer encuentro. Después de todo lo que vi y oí de su boca, Anastasia se transformó
para mí en algún tipo de criatura peculiar. No un animal, claro, porque su intelecto es
muy alto,y tiene una memoria…Tiene tal memoria,que simplemente nunca olvida nada
de lo que alguna vez ha visto u oído.A veces parecía que sus capacidades estaban fuera
de los límites de la comprensión de una persona ordinaria. Y precisamente, esta actitud
mía de no poder tratarla como a un ser normal la afligía mucho y la apesadumbraba.
A diferencia de otra gente conocida por nosotros con capacidades extraordinarias,que
se envuelve en una aureola de misterio y exclusividad, ella se esforzaba todo el tiempo
por explicar y revelar el mecanismo de sus capacidades para demostrar que,ni en ella ni
en el mecanismo,hay nada de sobrenatural para el ser humano;que ella es humana:una
mujer.

El cerebro de una persona en nuestra civilización está básicamente ocupado en
encontrar la manera de tener una vida confortable, obtener alimentos y satisfacer sus
instintos sexuales. Anastasia no gasta el tiempo en esto en absoluto. En cuanto a la
gente que se encuentra en la situación de los Lýkovs
36
, también están forzados a
preocuparse todo el tiempo por el sustento y acondicionamiento de su morada. La
naturaleza no les ayuda en elmismo grado que a Anastasia. Las tribus de todo tipo, que
viven a una gran distancia de la civilización, tampoco tienen un contacto así. Anastasia
explica esto diciendo que sus pensamientos no son suficientemente puros y la
naturaleza,elmundo animal,lo percibe.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s